martes, 8 de julio de 2008

Pan con jamón

Crecí en la Victoria.Es un buen distrito,lo malo es que hay muchas drogas y gente que la consume.Pero también hay gente buena.
Porqué PERO,acaso consumir drogas te hace malo (En el programa de Sarah Silverman insinúan que te vuelve gay,la hierba).O sea que el sólo hecho de tocarla te manda al nivel de los pedófilos y Laura Bozzo,no,nada que ver.No es así.
O sí.
Eran las ocho de la mañana y me prestaba a abrir el negocio de mis padres.Me levanté tarde ,por eso tomé el café con la velocidad de un trago corto y corté el pan y le metí como un cuarto de jamón,limón,sal,cuando escuché el chirriar de unas ruedas y los ecos dramáticos de un alboroto.Salí raudamente, pan en mano;una señora lloraba desconsolada,el viejo Balán movía la cabeza de un lado al otro mientras su boca mantenía un rictus mezcla de asco e indignación,el tío Burgos desenvainaba la escoba y recordaba a San Jorge en brega con el dragón,la gente se arremolinaba formando una especie de anfiteatro griego lanzando pifias y suaves y oyes.Y fue ahí que lo vi,con el torso desnudo,los ojos rojos y desesperados,casi botando espuma por la boca,forcejeando con dos gorilas y recibiendo en el culo las patadas de un tercero;su madre ,la señora que lloraba desconsolada empezó a gritar que no le hicieran daño,que en la cara no, que tranquilo hijito,que es por tu bien.Yo me acerqué ,y a empujones logré llegar al centro del ditirambo,y lo vi y el me miró;sus ojos en una expresión inédta rebelaban ahora el peso de las cien vidas que la droga te escupe en la cara y ademas lo vi tan flaco y tan hambriento,tan flaco,agotado,que me dispusé a ayudarlo,a sacarlo de las garras de esos centuriones romanos que laceraban sus brazos en oprobiosa cacería.Pero era ya demasiado tarde,lo lanzaron a la tolva de la camioneta como un pelele y las ruedas volvieron a chirriar,yo solamente grité su nombre,Maco,MAAAAAAAAAAACO,corrí tras la pickup con todas mis fuerzas ,casi resbalo en un charco,casi me doblo un tobillo,la gente me miraba y sentí su aliento,mi pecho era un horno,y tras un pique con el que arrollé un gato,alcancé al carro y estiré la mano,Maco hizo lo mismo,y forcejeando de nuevo con sus verdugos llegó a alcanzar el pan con jamón.Un conjuro de llanto y esperanza selló el pacto.

pd.:Cuatro meses después,en su primera salida del centro de rehabilitación,Maco me confesó que apenas si olió mi ofrenda.Al menos,me contó,le dijeron que estaba rico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jimmy aqui ps tu hermanita querida comentando (solo xq Donny me dijo xq sino no t comento jaja mentira)
Lei lo de Maco, en los vagos recuerdos de mi niñez lo ubique. Me acuerdo que trabajaba para los viejos.
Bueno, Jimbo, q t vaya bien en con tu blog, que tengas muchas entradas, xq sabes que si te haces conocido puedes ganar buena plata.